La Inteligencia Emocional podría definirse como la capacidad que tiene una persona de manejar, entender, seleccionar y trabajar sus emociones y las de los demás con eficiencia y generando resultados positivos. Es decir, es la habilidad para gestionar bien las emociones. Es por ello, que se podría decir que la inteligencia emocional se compone de muchas habilidades diferentes en función de las emociones o los objetivos con los que estemos tratando.
A continuación exponemos brevemente algunas de esas habilidades concretas que componen la inteligencia emocional y os proponemos una película dónde se ve reflejada esa cuestión.
1. Autocontrol. Mi vida sin mí.
Isabel Coixet (2003)
Es la historia de una madre joven con una vida un tanto complicada. Una infancia difícil y pocos recursos económicos la llevan a vivir en una caravana en el jardín de su madre. Su gris rutina cambia completamente tras un reconocimiento médico. Desde ese día, paradójicamente, Ann descubre el placer de vivir. Ante la inminencia de su muerte anunciada opta por no despedirse de la vida, sino abrirse a los capítulos hasta entonces no explorados de su existencia. Ann decide hacer una lista de cosas que hacer antes de morir y las lleva a cabo una a una. Oculta su inminente fallecimiento a toda la familia, mostrando un control emocional que sobrepasa los límites de lo humano.
2. Adaptación. Los lunes al sol.
Fernando León de Aranoa (2002)
Este film narra la historia de un grupo de personas que se ven avocados al desempleo tras la reconversión industrial de los astilleros en los que hasta entonces trabajaban. Muestra la adaptación del ser humano al entorno cambiante en la que se observa una primera fase de negación y lucha contra el cambio, tanto a nivel individual como grupal, que culmina con el desarrollo de estrategias adaptativas que tienen como objeto la supervivencia en última instancia.
3. Asertividad. Farenheit 451.
FranÇois Truffaut (1966)
Farenheit 451 es una historia de ciencia ficción basada en la novela de Ray , que debe su nombre a la temperatura a la que arde el papel. Situada en una sociedad futurista, la brigada de bomberos cambia su función de apagar incendios por la de encontrar y quemar libros, ya que, según su gobierno, leer impide ser felices porque llena de angustia; al leer, los hombres comienzan a pensar, analizan y cuestionan su vida y la realidad que los rodea. El objetivo del gobierno es impedir que los ciudadanos tengan acceso a los libros, pues vela para que los ciudadanos sean felices, que no cuestionen sus acciones y rindan en sus labores. En la pelícua se refleja la capacidad del protagonista para cambiar su visión de la realidad por una que considera mejor resistiendo y enfrentándose a fuertes y poderosas presiones.
4. Autopercepción. Las horas.
Stephen Daldry (2002)
Esta es la historia de tres mujeres que en épocas temporales distintas tratan de encontrarle sentido a la vida. Una de ellas es la conocida escritora Virginia Woolf, que tras años de enfermedad mental termina por suicidarse en el río Támesis ante la percepción y la conciencia de su propia locura.
5. Comunicación. La vida secreta de las palabras.
Isabel Coixet (2005)
Tras un accidente en una plataforma petrolífera una enfermera se traslada allí para cuidar de un trabajador herido. En la inmensidad del océano y sin escapatoria plausible, se teje una relación llena de historias, mentiras, sentimientos, humor, etc. que refleja aspectos de la comunicación verbal y no verbal a la perfección. En ocasiones, se producen largos silencios que inundan la pantalla de intención comunicativa y mensajes en sí mismos.
6. Influencia social. La ola.
Dennis Gansel (2008)
Durante un proyecto semanal, un profesor de instituto enseña a los estudiantes de su clase el tema de la autocracia como forma de gobierno. Los estudiantes se muestran escépticos ante la idea de que pudiera volver una dictadura como la del Tercer Reich en la Alemania de nuestros días y que ya no hay peligro de que el nacionalsocialismo vuelva a hacerse con el poder. El profesor decide empezar un experimento con sus alumnos para demostrar lo fácil que es manipular a las masas. Esta película trata de exponer cómo se puede modificar el pensamiento de un grupo de personas a través de la influencia y cómo puede proliferar una idea descabellada si se dan las circunstancias apropiadas.
7. Autorregulación. La vida es bella.
Roberto Benigni (1997)
En esta cinta ambientada en la II Guerra Mundial observamos como el protagonista, un italiano judío, utiliza su capacidad de autoregulación emocional con el objeto de hacer lo menos traumática posible la experiencia a su hijo pequeño.
8. Autoestima. Zelig.
Woody Allen (1983)
Una de mis favoritas de Allen. Se trata de falso documental, que cuenta la historia de un hombre llamado Leonard Zelig. Este personaje tiene la capacidad de adaptar su apariencia física y forma de ser dependiendo de con quien está. Su psicoanalista descubre en él un extremo caso de inseguridad que le lleva a camuflarse entre las personas, adaptando su apariencia hasta mimetizarse con los demás para poder ser aceptado.
En realidad, el síndrome de Zelig es una afección extraordinariamente rara, de la que existe un único caso descrito en toda la literatura médica. El síndrome fue descrito sobre un paciente que presentaba daño frontotemporal, desórdenes amnésicos y trastornos de la conducta que se manifestaban en un fenómeno muy peculiar de dependencia ambiental, asumiendo diferentes roles sociales según su entorno, interpretando al personaje que más encajaba en ese contexto en particular. Según el grupo que lo describió, los síntomas se debían a una pérdida de la inhibición del lóbulo frontal. El nombre de este síndrome se debe a la película que Woody Allen filmó.
9. Empatía. Blade Runner.
Ridley Scott (1982)
Basada parcialmente en la novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Philip K. Dick, 1968), esta historia describe un futuro en el que seres fabricados a través de la ingeniería genética, a los que se denomina replicantes, son empleados en trabajos peligrosos y como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Un cuerpo especial de la policía, Blade Runners, se encarga de rastrear y matar (o retirar, en términos de la propia policía) a los replicantes fugitivos que se encuentran en la Tierra. Los replicantes son idénticos a los seres humanos y la única manera de detectarlos es a través de una especie de test de empatía que trata de provocar reacciones emocionales. De este modo, se apunta a la empatía como una capacidad intrínseca y exclusiva del ser humano.
10. Optimismo. Amelie.
Jean-Pierre Jeunet (2001)
Amelie no es una chica como las demás. Ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, a su madre morir en la plaza de Nôtre-Dame y a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín. A los veintidós años, deja su casa para instalarse en un apartamento en Montmartre y es entonces cuando descubre su objetivo en la vida: arreglar la vida de los demás. A partir de entonces, inventa toda clase de estrategias para intervenir en los asuntos de los demás y lograr su propia felicidad a través de la del resto.