Nº de registro Sanitario C.2.2/5831

Las 7 "C" para fomentar el optimismo en tus hijos

Como es lógico, nuestros hijos se encontrarán obstáculos y enfrentarán diferentes adversidades a lo largo de su vida y es competencia de los adultos de su entorno propocionarles herramientas que les permitan afrontar ésto de un modo saludable.

Siguiendo al Dr. Ginsburg en su Guía de padres para crear optimismo en niños y adolescentes: dele a su hijo raíces y alas, os proponemos siete claves para ayudar a vuestros hijos a que desarrollen su optimismo.

Competencia: haz que tu hijo conozca sus fortalezas ayudándole a identificarlas y potenciarlas. Para ello, dale cierta autonomía y evita la sobreprotección.

Confianza: impulsa su autoestima explicándole cómo puede corregir sus errores apoyándose en sus puntos fuertes en lugar de recordarle sus debilidades.

Conexión : es muy importante crear un vínculo familiar sano y fuerte. Para ello, es muy útil utilizar el cariño y el refuerzo positivo. También resulta de gran ayuda compartir momentos de ocio y juego en familia.

Carácter: es importante enseñar a los niños habilidades relacionadas con la inteligencia emocional. Si le enseñas, por ejemplo, a ser empático mediante la expresión de tus propios sentimientos será capaz de comprender cómo sus conductas tienen una repercusión que va más allá de sí mismo y, por ende, intentará autoregularlas.

Contribución: demuéstrale lo importante que es en los diferentes contextos de su vida. Esto le ayudará a encontrar su sitio y construir un plan de futuro motivante.

Confrontación: la vida está llena de retos y dificultades y debes enseñar a tu hijo a sobrellevarlas de manera efectiva. Prepárale para el mundo real, aunque debes hacerle ver cómo beneficiarse de una situación negativa a través del aprendizaje.

Control: los niños aprenden a controlar sus conductas a través de las consecuencias que ellas tienen pero, para ello, es necesario que les enseñemos y entrenemos en estrategias alternativas. Un castigo por sí mismo le hace ver que ha hecho algo que no está bien, pero no le enseña qué debería hacer la próxima vez en su lugar.